Al enfriarse, se endurecen y ya no recuperan su textura aunque se calienten. Por lo tanto será mejor hacer la cantidad justo que vaya a consumirse. Si a pesar de todo sobraran , cuando aún están calientes puede hacerse un puré que servirá para otra comida calentándolo a fuego suave. Luego se pasarán las patatas por el pasapurñes (añadiendo un poco de agua caliente si es preciso para conseguir el espesor de una sopa) y a continuación volverán a incorporarse los trozos de carne, pescado, etcétera. Si éstos fueran demasiado grandes, se cortarán en partes más menudas, retirando, naturalmente, huesos y espinas, y quedarán como agradables <<tropezones>>.
Gran Enciclopedia Sarpe, La cocina paso a paso. Volumen 1. 1979.
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